Para una señora madura, el mero hecho de que le den en la boca y se corran en el mismo sitio es como un bálsamo para su cuerpo. Siente que no ha perdido su atractivo y compite con sus amigas más jóvenes en igualdad de condiciones. Y la atención de los machos le hace muchas cosquillas en la vagina.
Qué contenta estaba de que el negro la invitara al palo, ¡estaba saltando de felicidad! Y ojo, que fue ella la que se lo pidió, y él como si nada. Claro, todo el mundo en la uni ya sabe la gran polla que tiene, así que las tías corren a alegrar sus agujeros. Esta morena incluso le dio su culo y no le importó que entrara. Y entonces algún empollón tomará a una puta así como esposa. Y estará seguro de que es virgen. ))
Me gustaría que...