Llamé a un fontanero para que limpiara las tuberías, ¡y lo hizo perfectamente! Todavía había problemas con el agua, pero la chica estaba absolutamente contenta: consiguió lo que había pedido. Lo miró desde los primeros minutos como una verdadera hembra, que no había tenido sexo durante mucho tiempo. Le hizo una mamada como si quisiera tragársela entera, con avidez. Suerte para el trabajo del hombre, ¿qué puedo decir?
¡Pues a qué buen cuerpo, no una vaca y al mismo tiempo muy exuberante y sexy! Y con qué placer en su polla estirada, se ve claramente cómo hambriento de sexo y cómo ella lo ama. Me pregunto si su marido aprecia esta belleza, o no le presta atención.